La revista arqueológica británica Antiquity publicó un revelador estudio que señala que el excremento de llama fue la base sobre la que se desarrolló la sociedad inca, según informa BBC Mundo .

Su autor, Alex Chepstow-Lusty, explicó que los incas se establecieron hace unos 2.700 años en la zona de Cusco, donde está ubicada Machu Picchu, al dejar de ser cazadores recolectores y convertirse en agricultores. Señaló que el desarrollo de la agricultura y el cultivo de maíz fue clave para el desarrollo de esa sociedad.

El científico pasó años analizando depósitos orgánicos en el barro del lecho de un pequeño lago llamado Marcaccocha y ubicado en el camino que une la parte baja de la jungla con Machu Picchu, en la montaña. Allí detectó una correlación entre la primera aparición de polen de maíz en el año 700 a.c. y un incremento en el número de ácaros que se alimentaban de excremento animal.

Su conclusión fue que la “migración” masiva hacia la agricultura sólo fue posible gracias a un ingrediente fundamental: fertilizante orgánico; y mucho. En otras palabras, inmensas cantidades de excrementos de llama. Cuando los incas pasaron de comer quinua a ingerir maíz – que contiene más calorías – su sociedad creció en la zona de Cusco.