Vilma, una nana natural de Cusco, no fue permitida de sumergir sus pies en una piscina del Real Club de Lima, en San Isidro.

La joven de 19 años, de la agencia “La Casa de Panchita”, fue contrata por una periodista de Reporte Semanal, quien quiso constatar que en dicho club las nanas no son permitidas de ingresar a las piscinas.

Cuando la nana procedió a sentarse al bordo de la alberca, un salvavidas se acercó a la periodista, quien tenía una cámara oculta, y le refirió que su trabajadora no estaba permitida a sentarse allí, y que en una oportunidad otro socio también hizo lo mismo, por lo que tuvieron que retirar del lugar a su niñera porque los clientes se quejaron que podría contaminar el agua por tener hongos.

Por su parte, Vilma dijo haberse sentido mal por dicha discriminación, señalando que “todos somos iguales y tenemos las mismas capacidades”, y que se siente orgullosa del lugar donde nació.