Rosmery Rivas Chinchihualpa (21), estudiante de enfermería, es víctima de discriminación en su propia casa de estudios ya que ahora le cierran las puertas de seguir estudiando por tener de labio leporino.

Ella no puede continuar en la Escuela de Enfermería San Felipe, institución afiliada a la Universidad Ricardo Palma, porque dice su directora Blanca Chang Amat, que “no se le entiende”.

La institución ubicada en Huaycán acoge a cientos de jóvenes que viven en Lima Este. En el 2008, Rosmery intentó ingresar pero le negaron la admisión por “un problema de comunicación”. Recién un año después se pudo convertir en una feliz alumna. Para lograrlo, tuvo que comprometerse a pasar por una operación para rendir los cursos correspondientes y realizar las prácticas en los hospitales.

A inicios del año pasado las cosas cambiaron. Tenía que cursar Enfermería Médico Quirúrgico I pero no lo llevó, le impidieron matricularse en la asignatura “por aún mantener la malformación congénita y padecer de un leve problema de dicción”. “Yo expliqué que mi tratamiento era largo y que cada año mejora, además pasaba por una terapia de lenguaje”.

Este año, la Defensoría del Pueblo intervino y permitió que la joven sea reincorporada en dicha institución. El jefe de la Oficina Defensorial de Lima Este, Manlio Álvarez, explicó que tras una reunión con la directora de San Felipe, esta última se comprometió a regularizar la matrícula y garantizar la continuidad educativa.

La Defensoría recomendó iniciar una investigación para determinar las responsabilidades por parte del personal administrativo que habría realizado los actos de discriminación contra la estudiante. Se busca evitar que, en el futuro, puedan presentarse actos de similar naturaleza.

Fuente: La República