En una acción conjunta, el Poder Judicial, la Policía Nacional y el Ministerio Público de Cusco desalojaron este viernes a grupos de invasores que ocupaban unas 4.5 hectáreas de terreno de la zona arqueológica de Wimpillay.

La medida fue dispuesta por la jueza María del Carmen Villagarcía, con apoyo de más de 1,000 agentes policiales y cinco fiscales.

Los invasores, que habían levantado viviendas de material noble y de adobe en el lugar, atacaron a los efectivos con disparos de bala, bombas molotov y se atrincheraron con balones gas que amenazaban con detonar.

Además, para evitar el desalojo, los facinerosos pusieron como escudo a menores de edad, entre recién nacidos, niños y adolescentes, tal como publicó la agencia Andina.

El comandante Juvenal Zereceda, comisario del distrito de Santiago, informó que se aplicó una adecuada estrategia de inteligencia para superar esa situación y lograr la recuperación de los terrenos ocupados ilegalmente.

Según indicó, el desalojo dejó alrededor de 30 personas detenidas, entre hombres y mujeres, se rescató a siete menores que fueron puestos como escudo y hubo tres policías heridos.