La Policía capturó al acaudalo empresario Alex Gutierrez, en una de sus 60 propiedades, acusado de blanquear narcomillones, procedentes de cabecillas del VRAE, es decir se encargaba de cuidar el botín del clan de la familia Quispe Palomino.

Gutiérrez, uno de las personas más poderosas de Ica, tapaba su ilícito negocio tras la fachada de su empresa Laser . En total, sus negocios generaban 400 millones de dólares. Tanta era su fortuna que podía viajar por todo el mundo, y a su esposa le regaló una camioneta valorizada en 90 mil dólares.

Para el pueblo iqueño este sujeto era considerado como un milagro de prosperidad y éxito. Sin embargo, ignoraban la procedencia de sus riquezas.