El dosaje etílico practicado a Carlos Aranda, quien manejaba el vehículo donde viajaban los músicos de la orquesta N’samble y que se accidentó en San Isidro, reveló que este conducía con 1,69 gramos de alcohol por litro de sangre.

Según los resultados toxicológicos, el también cantante de la orquesta salsera estaba al borde de la inconsciencia. Como se sabe, la Policía Nacional sanciona a los que manejan con 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre.

En tanto, el abogado del conductor detenido aseguró que su patrocinado “está destrozado y arrepentido” tras lo ocurrido. “Mejor hubiera muerto yo”, le dijo cuando lo vio antes de que sea puesto a disposición del Ministerio Público.

La orquesta de 14 integrantes contaba con una coaster para trasladarse, aunque los cuatro músicos decidieron viajar en el auto particular luego de cumplir con su presentación. El caso está a cargo de la 27 Fiscalía Provincial Penal.