Las rasgaduras y roturas encontradas en las prendas del cadáver del universitario Ciro Castillo revelarían que este falleció producto de un desbarrancamiento (caída). Esta es la conclusión a la que llegó la Oficina de Criminalística de Arequipa luego de realizar una pericia física a las 14 prendas del joven.

Según el diario ‘La República’, el documento oficial Nº 349 señala que “las roturas se han producido por enganche, tracción y rozamiento, apreciándose que la mayoría se han originado de abajo hacia arriba”.

Y en el guante de Ciro “se encontraron adherencias terrosas con mayor incidencia en la zona palmar” y un extraño “corte quirúrgico”, precisa la muestra 14 del examen. Según los peritos, esto evidenciaría que Ciro intentó agarrarse al caer.

Los análisis fueron realizados el 29 de octubre del 2011 por los siguientes peritos de la policía: suboficial José Maquera, el especialista Andrés Chavieri y el comandante Edmundo Miranda. Ahora este documento se encuentra en la carpeta fiscal y fueron estos tres especialistas quienes explicaron a la fiscal María del Rosario Lozada los detalles de estos hallazgos.

Los peritos Maquera y Miranda concluyeron que la joven víctima derrapó, es decir, cayó por la pendiente, rasgando sus prendas de vestir.

LAS 14 PRENDAS

Los peritos físicos analizaron las 14 prendas de Ciro. En su casaca de material sintético de colores verde, beige y naranja encontraron roturas por tracción y rozamiento, en las partes de adelante y de atrás. En otra de las casacas, la de color azul, se hallaron rasgaduras, adherencias terrosas, restos de vegetales y adherencias pardo oscuras (al parecer sangre).

Según los especialistas, esto significa que la víctima cayó en un ángulo de 70 grados y que luego se habría arrastrado. Por las roturas halladas en el pantalón, Ciro Castillo habría caído parado, pero luego por el golpe terminó sentado y malherido. Ahí se habría intentado agarrar, pero derrapó (cayó) algunos centímetros más hasta expirar.

Además, los peritos analizaron una chalina, la que presentaba adherencias terrosas y restos de vegetales secos. Del mismo modo procedieron con las medias y el guante de la víctima. Todas tenían roturas por fricción y enganche. También revisaron el reloj que llevaba puesto la víctima, el mismo que, al momento del levantamiento del cadáver, se hallaba en funcionamiento.