Los manifestantes se movilizaban por las calles aledañas a la carretera Panamericana Norte, pero al ser impedidos de ingresar al puente Sechín lanzaron piedras contra los custodios, quienes arrojaron bombas lacrimógenas para dispersarlos.

La protesta dejó como saldo a tres personas heridas y cuatro detenidos.

El hecho generó malestar entre los habitantes de los sectores José Olaya y Miguel Grau, quienes se quejaron porque los gases lacrimógenos afectaron a sus hijos.

Algunos quejosos quemaron llantas en la avenida Libertad y otros permanecen en la Plaza de Armas de la ciudad. Pese a que el Ministerio de Justicia señaló que no se construirá el reclusorio, los manifestantes exigen más precisión en el tema.