Un adolescente de 16 años, cegado por el amor que sentía por una jovencita de 14, decidió abandonar a su esposa, otra menor de edad, y fugarse con su nueva conquista.

Los padres de la joven amante la buscaban incesantemente desde hace 2 meses sin resultados positivos. Los menores habían decidido vivir el romance lejos del pueblo que los condena.

El hecho fue denunciado a las rondas urbanas, quienes luego de una larga persecución lograron ubicar a los jóvenes amantes.

El muchacho, luego de un intenso interrogatorio con látigo en mano, terminó confesando dónde se ocultaban.

Después del castigo impartido por sus propios padres, ambos se comprometieron a separarse y regresar con sus respectivas familias.