Ariel Bracamonte manifestó que el dinero no fue la única motivación que tuvo su hermana, Eva, para acabar con la vida de su madre, Myriam Fefer.

“Hay una parte psicológica que hay que tener en cuenta y que es mucho más importante que el lado económico. La relación entre mi hermana y mi madre siempre fue muy conflictiva, fue bastante dura”, manifestó el joven a Cuarto Poder.

“Creo que hubo errores por parte de ambas, de madre a hija y de hija a madre, que probablemente hayan dañado de tal forma a mi hermana a lo largo de los años, que la única solución que haya podido encontrar para ser feliz, era asesinarla”, agregó.