A propósito del , Pablo Gutiérrez, docente de Ingeniería de Seguridad Laboral y Ambiental de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), sugiere tener siempre a mano una mochila para emergencias y estar alerta a los materiales de construcción de la casa.

El último jueves 31 de mayo se realizó el simulacro por sismo a nivel nacional, organizado por el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), con el objetivo de cultivar la prevención en la población.

Sin embargo, además de participar en el simulacro es importante tener en cuenta cinco claves antes, durante y después de un sismo, de acuerdo con Gutiérrez.

Antes de un sismo

1. Contar con una mochila de emergencia. Esta debe contener elementos que permitan la supervivencia de una persona durante dos días, por lo menos, en caso ocurra un sismo de gran magnitud. Entre los elementos debe figurar comida enlatada, como conservas, agua embotellada, una manta polar, medicamentos en caso la dueña de la mochila los necesite continuamente, una radio portátil, pilas, una linterna, papel higiénico, toallitas húmedas para higiene personal, si es que el agua se restringe, entre otros.

“La mochila es personal y debe permanecer cerca a la puerta de emergencia por donde se evacuará en caso de un sismo. La idea es que esta se renueve cada mes”, indicó el docente de la UTP.

2. Participar en el simulacro. Ello ayudará a estar prevenido en caso de un sismo. Durante un simulacro se determinan las rutas de evacuación hacia una puerta de salida y se presta atención a que el camino esté simple libre, sin muebles que impidan el acceso u objetos que puedan caerse e interrumpir el paso.

De igual manera, durante un simulacro se pueden ubicar las zonas seguras en el interior y se evalúan los materiales de construcción. “Se debe tener especial atención con aquellas ventanas de vidrio crudo, ya que cuando colapsan estas actúan como navajas. En este caso, se pueden forrar con láminas de seguridad que brindan rigidez o, de lo contrario, contar con vidrio templado”, comenta Gutiérrez.

3. Colegios y empresas. Las autoridades de ambas instituciones deben contar con un sistema organizado en caso de sismos, que incluye señalética en diferentes espacios, brigadieres, botiquines, entre otros.

“En las empresas se estila contar con un comité de Defensa Civil para emergencia en el caso que algunas personas terminen heridas. Todo se trabaja previamente con capacitación en un plan de emergencia”, explica.

Durante un sismo:

4. Mantener la calma. Hasta que ocurre un sismo, nadie sabe a ciencia cierta cómo reaccionará. Por ello, el docente de la UTP sostiene que lo ideal es participar conscientemente en los simulacros, para entender cuáles son las rutas de evacuación y la manera de actuar durante un sismo.

“Si se participa más en temas de seguridad se pueden reducir las consecuencias de emergencias. En Estados Unidos, por ejemplo, un estudio arrojó que por cada dólar invertido en seguridad recuperaba entre cinco y seis dólares al evitar accidentes, incrementar la productividad y mejorar el clima laboral”, sostiene.

Después de un sismo:

5. Precaución. Cuando ocurre un sismo de gran magnitud se deben realizar evaluaciones estructurales de los espacios. Por esta razón, muchas edificaciones antiguas de Lima se clausuraron durante un tiempo tras ciertos sismos hasta que se repararon y reacondicionaron.

“Además, si en la empresa se trabaja con químicos, se debe realizar una evaluación exhaustiva incluyendo las conexiones para evitar derrame o fugas de emergencias con materiales peligrosos”, finalizó Gutiérrez.