El jefe del Departamento de Ingeniería de Sistemas de tierra de la Agencia Espacial Europea (ESA), Juan Miró, dijo que se mantiene la comunicación con Philae y que está estable, y eso es lo más importante.

Ahora también hay que ver si Philae recibe suficiente energía solar para continuar su actividad. Miró calificó el aterrizaje de “muy bueno”, “perfecto desde el punto de vista de la trayectoria”, aunque luego rebotó al no activarse los arpones.

Confirmó que en la maniobra de aterrizaje, dos arpones con los que Philae tenía que engancharse a la superficie del cometa, no se activaron y un sistema para estampar el módulo sobre el cometa tampoco funcionó.

Philae rebotó dos veces: cayó a la superficie, rebotó, volvió a caer y rebotó de nuevo, según el jefe del Departamento de Ingeniería de Sistemas de tierra de la ESA.

Además de los arpones, otro sistema no se activó, se trata del Sistema Activo de Descenso: un depósito de gas frío a mucha presión que tenía que salir hacia arriba y presionar a Philae hacia el suelo.

No obstante, este sistema no era crítico, según el subdirector del centro de control de operaciones de ESA en Darmstadt (Alemania).

Fuente: EFE