En las próximas horas caerá sobre la Tierra un satélite enviado al espacio por la Agencia Espacial Europea (ESA), pero los expertos consideran que ese impacto no causará ninguna emergencia.

El equipo, de una tonelada y cinco metros, ya comenzó su camino de retorno, luego de cuatro años de servicio.

“En total, desde el lanzamiento del Sputnik (el primer satélite lanzado en 1957), unas 15 mil toneladas han vuelto del espacio. Pero la mayoría de estas se desintegran al reingresar a la atmósfera”, le dice Heiner Klinkrad, portavoz de la ESA, a la BBC.

Sin embargo, en el caso del Explorador de Campo de Gravedad y Circulación Oceánica, parte de su estructura, fragmentos de unos 200 kilos, podría caer sobre el planeta en regiones que no se han identificado.

“En este momento no podemos decir dónde va a pasar, excepto que no va a ser más al norte de los 85º latitud norte o más al sur de los 85º latitud sur”, comenta Klinkrad.

El Explorador de Campo de Gravedad y Circulación Oceánica fue lanzado en 2009 para estudiar los cambios en el nivel del mar, la circulación oceánica y el campo gravitacional del planeta.

Ahora se ha quedado sin combustible y está volviendo a la Tierra. El artefacto se mantuvo en el espacio por el doble de tiempo estimado originalmente.