1 – Tiene mucha energía

La Tierra recibe cada día 94 mil millones de megavatios de energía procedente del sol. Esto equivale a 40 mil veces las necesidades energéticas de Estados Unidos.

2 – Pierde mucha materia

Cada segundo el sol pierde 5 millones de toneladas de material. Para poner esta cifra en perspectiva calculémosla según la capacidad de carga de un superpetrolero de 400 metros de eslora: 500 mil toneladas. Como vemos, cada segundo el sol consume un peso en helio equivalente a la capacidad de carga de 10 superpetroleros.

3 – Está realmente caliente

La temperatura del núcleo solar es de 14 millones de kelvin. Una auténtica barbaridad, aunque físicos del Laboratorio Nacional Brookhaven lograron superarla el año pasado en un acelerador de partículas, al obtener materia 250 mil veces más caliente.

4 – Es verdaderamente viejo

La energía que se produce en el núcleo del sol tarda 50 millones de años en alcanzar su superficie. Si el sol dejase de producir energía hoy mismo, tardaríamos 50 millones de años en sentir los efectos en la Tierra. O si lo prefieres, la energía de la que disfrutamos a día de hoy se produjo en el Eoceno, época durante la cual aves no voladoras como el Gastornis (de 2 metros de alto) eran los superpredadores en la Tierra.

5 – Es sumamente grande

El sol contiene el 99,8% del total de la masa del Sistema Solar. Mide un millón 392 mil 500 kilómetros de diámetro, lo que equivale al diámetro de 109 Tierras.

¿Te apetece pesarlo en una báscula? Pues vete preparando una lo suficientemente grande como para soportar una masa de 1.989.000.000.000.000.000.000.000.000.000 kgs.

6 – No tiene superficie sólida

El sol es, además de incandescente, completamente gaseoso. En otras palabras, no existe superficie sólida.

7 – Está muy lejos

Tanto que la luz que se produce en su superficie tarda 8,3 minutos en viajar hasta nuestro planeta. El otrora planeta Plutón, ahora degradado a planetoide, está tan lejos que incluso a la velocidad de la luz, los rayos del sol tardan 5,5 horas en bañar su helada superficie.

8 – Escapar de él no es cosa fácil

A pesar de que no es, ni mucho menos, una estrella grande, la velocidad de escape del sol es de 2.223.720 km/h. Eso es pan comido para la luz, que viaja a una velocidad inimaginable, pero en la actualidad para un objeto autopropulsado fabricado por el hombre es misión imposible. Obviando el hecho de que la luz no tiene masa, y nuestras naves sí (algo a tener muy en cuenta), para alcanzar esa velocidad de escape tendríamos que aprender a fabricar objetos 31,5 veces más veloces que la New Horizons.

9 – Eppur si muove

Recuperando la famosa frase de Galileo, el sol no es un objeto inmóvil alrededor del cual gira todo lo demás. De hecho, nuestra estrella rota una vez cada 25,38 días y completa una órbita alrededor de la Vía Láctea cada 240 millones de años.

Fuente: Yahoo.com