Charles Edmund Cullen nació el 22 de febrero de 1960 en West Orange, Nueva Jersey. La temprana muerte de su padre, la ausencia de esa figura paterna, fue determinante en su mente atormentada. En 1969, intentó suicidarse con unos químicos que robó del laboratorio de la escuela. Este fue el primero de veinte intentos de quitarse la vida.

En 1977 su madre falleció en un accidente de tránsito. Luego de esto abandonó los estudios y se enroló en la Marina de Estados Unidos. Durante el servicio se comenzó a evidenciar sus problemas metales y, tras siete intentos de suicidio, fue dado de alta en la Marina en 1984.

En 1987, Cullen estudió en la escuela de enfermería de Mountainside, consiguiendo un trabajo en el St. Barnabas Medical Center en Nueva Jersey. Ese mismo año contrajo matrimonio con Adrienne Taub, la pareja tuvo dos hijas.

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Mientras trabajaba en el hospital de St. Barnabas, Cullen cometió su primer asesinato el 11 de Junio de 1988, cuando el Juez John W. Yengo ingresó al hospital tras sufrir una reacción alérgica a un medicamento para la sangre. Charles le administró una dosis letal de medicinas intravenosas que lo mató.

Durante su estadía en St. Barnabas, Charles alegó haber asesinado once pacientes, incluyendo un paciente con SIDA a quien le dio una sobredosis de insulina. En 1992 pasó al Warren Hospital en Phillisburg donde asesinó a tres ancianas. En enero de 1993 se divorció.

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En los años posteriores continuó asesinando en diferentes hospitales donde conseguía trabajo, al mismo tiempo continuaba intentando suicidarse sin éxito. En el 2003 fue detenido por la muerte de dos personas.

En Abril de 2004, Charles Cullen se declaró culpable por haber asesinado a trece pacientes e intentar matar a dos más por medio de inyección letal mientras estuvo en el hospital Somerset. A finales del mismo año Cullen fue encontrado culpable de haber asesinado a cuarenta pacientes durante sus 16 años de servicio como enfermero en diez hospitales dinstintos.

Finalmente en 2006 fue sentenciado por el Juez William Pratt a once cadenas perpetuas sin libertad condicional en la prisión Estatal de Nueva Jersey.