Se cree que Carl Watts llegó a matar a 90 mujeres a lo largo de su vida. Con un leve retraso mental producido por una meningitis en su juventud, él luchaba contra sus deseos de asesinar, sucumbiendo siempre ante los mismos.

Durante el comienzo de la década de los setenta, las mujeres de los estados de Texas, Michigan, y Ontario en Canadá, vivieron aterrorizadas por el “asesino del domingo por la mañana”. Un brutal psicópata que sometía a mujeres con golpes, y puñaladas para después ahogarlas lentamente en la bañera.

Carl Watts comenzó a matar mujeres sólo por el placer y la alegría que le producía observar cómo fallecían. Con un coeficiente intelectual de apenas 68 (tenía un leve retardo mental), Carl mostró que, cuando la Policía es torpe consiguiendo evidencias, no se requiere de brillantez alguna para burlar a la Justicia y derramar abundante sangre inocente.

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Tras haber estado en la cárcel por atacar mujeres, salvándose de ser acusado de crímenes y asesinar a decenas de mujeres durante toda una década, finalmente Carl Fue detenido luego que una de sus víctimas se escapara y lo denunciara.

Tras ser aprendido, Carl se declaró culpable de sus fechorías y confesó haber asesinado a más de 80 mujeres en casi 10 años. Cuando el asesino era escoltado a la penitenciaria, dijo al juez y abogados: “si algún día me dejan libre, volveré a matar”. Luego se descubrieron nuevos crímenes y llegó hasta las 90 víctimas.

Carl Eugene Watts falleció a causa de un cáncer de próstata en un hospital en Jackson, Michigan, el viernes 21 de septiembre de 2007, a sus 53 años.