Algunos hábitos alimentarios nos llevan a alternar comidas más copiosas con platos más restrictivos, ello se denomina la dieta on-off. Una técnica perfecta para aquellas personas que desisten de realizar dietas aburridas y les encanta comer.
Algunos nutricionistas han afirmado que esto viene con un efecto psicológico, según revela el sitio Nosotras. Con esta dieta nos es más fácil renunciar a alguna comida ya que sabemos que al día siguiente podremos disfrutar de ella. Para obtener un resultado duradero y evitar el efecto yoyó hay que alternar: 1000 calorías un día, 1500 el siguiente. A ese ritmo, perderemos entre 1 y 1,5 kg. por semana.
Desayunos:
- 1 té o café.
- 1 pan integral tostado con sólo un poco de mantequilla light.
- 1 huevo frito: Poner a hervir agua con una pizca de sal y vinagre blanco, cascar un huevo fresco en una taza, verterlo con cuidado y, con la ayuda de dos cucharas, intentar que la clara no se separe de la yema; retirar del agua con una espumadera después de cocerlo durante 3 minutos.
Almuerzo:
- Ensalada césar: cortar 150 g. de pechuga de pollo, marinarla durante 10 minutos en zumo de limón y un chorro de aceite de oliva y pasar por la sartén 8 minutos. Poner sobre hojas de lechuga, una cucharada de zumo de limón, una cucharadita de mostaza, medio huevo pasado por agua, media cebolla en láminas, un poco de sal y pimienta.
- Puedes añadirle 100 g. de queso fresco
Cena:
- Disponer en un plato 150 g. de pescado cortado. Puedes acompañarlo con algunas verduras como pepino y cebolla en láminas. Aliñas todo con media cucharadita de aceite de oliva y media de vinagre balsámico y sal.
- Puedes acompañarlo con un yogur con edulcorante y ralladura de limón.
Realiza esta dieta por una semana.