Hace poco, Linkedin reveló que el 23% de los responsables de Recursos Humanos de las empresas descartan a los postulantes que envían su currículum vitae de forma tradicional, es decir, por no tener un perfil en esta red profesional.

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Ahora, no basta con estar presente en Linkedin. Es necesario realizar todo un proceso para que destaque nuestro perfil. Y los detalles visuales pueden ser fundamentales, entre ellos la foto de perfil.

De hecho, la imagen es el primer contacto que tienen los reclutadores con el postulante y, por lo tanto, el primer impacto. Es por ello que a continuación te contamos los factores a tomar en cuenta para subir la mejor foto.

1. Calidad. Una imagen con resolución suficiente. El tamaño estándar de la foto es de 150 × 150 píxeles, pero es posible que un seleccionador pulse sobre ella para verla a más tamaño. Entonces se mostrará a 500 × 500 píxeles.

2. Enfoque. Se recomiendan fotos tamaño carnet, en primer plano, centradas en la cara del candidato. No posar a medio cuerpo o a cuerpo entero.

3. Fondo. Elige un fondo neutro, sin colores llamativos o partes de un paisaje. Tampoco aparezcas acompañado en la imagen. Piensa que siempre que debes proporcionar una apariencia tan profesional.

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4. Vestuario. Vístete de la misma manera que irías a una entrevista de trabajo. Elige colores que te favorezcan pero que no sean muy llamativos. En el caso de las mujeres, se recomienda no usar excesivo maquillaje. Ojo, no todos deben estar en saco y corbata.

5. Actualización. Debe ser una imagen tomada recientemente, ya que para un reclutador no hay peor sensación que conocer a una persona ‘distinta’ al del CV.

Fuente: About.com