Una alimentación equilibrada es la base de un buen estado nutricional y esta a su vez es la determinante de mantener bien tu salud, promoviendo así las condiciones adecuadas para un buen desempeño académico y/o laboral.
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La Dra. Neliza Zuñiga Alvarado, nutricionista y docente de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, nos brinda algunos tips para mantenerte cuando tienes una vida agitada:
Suspender desayunos, almuerzos o cenas por tareas o trabajo, o los tomarlos muy ligeramente, son casos muy frecuentes. Esto repercute en el desempeño académico y/o laboral porque disminuye la glucosa en la sangre, lo que produce hambre, y pudiendo generar mareos, dolor de cabeza y desconcentración. Si una persona deja de tomar un desayuno completo tendrá problemas.
Un desayuno debería cubrir al menos del 25% al 30% de las necesidades nutricionales del día. Debe contener un producto lácteo (leche descremada, queso o yogur, dependiendo de la necesidad del paciente), una fruta y un cereal (avena, pan, hojuelas, etc.) o tubérculo (papa, camote, etc.). Evita hacer combinaciones de lácteos con café, ya que la cafeína disminuye la absorción de minerales como el calcio, zinc entre otros; también evitar el consumo de grasas sólidas o hidrogenadas como las margarinas o mantequillas, así como las frituras ya que estas elevan el colesterol del la sangre.
El almuerzo debería aportar entre un 35% y 40% del requerimiento nutricional diario, esto varía según la rutina de cada persona. Este almuerzo podría comprender de una porción de ensalada, un plato de fondo que principalmente deberían ser guisos y menestras, tres veces a la semana principalmente.
La cena es importante, pero esta hay que adecuarla a la disponibilidad horaria. La cena es equivalente al almuerzo pero en menor volumen, aporta entre un 30 a 35% del requerimiento nutricional diario.
El consumo de refrigerios nutritivos entre comidas es recomendable en los estudiantes de acuerdo a las necesidades nutricionales. Un refrigerio adecuado tendrá una fruta, una fuente proteica (lácteos, carnes, frutos secos) y agua al natural.
Es indispensable un horario fijo en la alimentación, masticar bien los alimentos, no comer apurado y excluir los alimentos chatarras que contienen grandes cantidades de azucares, sodio, y grasas saturadas.