Por ello y para evitar en la media de lo posible estos efectos debemos combinar varios consejos.

1. Lo primero es utilizar un sujetador adecuado, tanto en la vida diaria como cuando hacemos deporte. Debemos elegir bien la talla, ni grande ni pequeña, que no quede suelta ni que oprima.

2. También es muy importante que controles tu postura, no debes tener complejos que te hagan echar tus hombros hacia adelante y además reforzar la musculatura de la espalda para que tu higiene postural sea correcta. Las clases de espalda sana, Pilates y Yoga te ayudarán a ello.

3. Intenta mantener tu peso estable cuidando tu alimentación y no teniendo cambios de peso bruscos, así evitarás la flacidez.

4. Para evitar la flacidez, debes realizar ejercicios específicos para la zona pectoral y dorsal que van a reforzar tus músculos y ayudar a la piel que sujeta el tejido adiposo a que se mantenga firme.

5. Puedes utilizar también cremas específicas para firmeza, que ayudarán a que la piel esté hidratada y retrasará la flacidez.

Por último, si quieres trabajar bien la musculatura de la zona hazte con una tabla específica de los músculos pectorales y dorsales: fondos, aperturas, etc.