Cuando te saltas comidas ocurren muchas más cosas en tu cuerpo, y comenzarán a notarse. En primer lugar, tu cerebro no funciona tan bien como de costumbre, pues no existe suficiente azúcar en tu sangre para que todo funcione en orden. Así lo que pasará es que no puedas concentrarte y sólo pienses en comer o sientas dolor de cabeza.

Por otro lado, te sentirás más hambrienta, y eso es un hecho. Tu humor cambiará y te pondrás más irritable que de costumbre. Te sentirás más ansiosa y un poco más estresada. Además, esto mismo provocará que tus ansias por comer aumenten.

Te sentirás antojada durante todo el día y probablemente escojas lo más fácil y rápido para consumir, también sentirás más deseos de comer cualquier cosa y en gran cantidad.

Por si no lo sabías, y por muy increíble que pueda parecer, saltarte comidas probablemente provoque que ganes más peso. Tu metabolismo no funcionará adecuadamente y todo lo que consumas se convertirá en grasa, lo cual no permitirá que exista una adecuada absorción de nutrientes.

Si no tienes tiempo para sentarte a comer tranquilamente, lleva contigo snacks y frutas para que puedas cumplir con las cinco comidas diarias que se necesitan para que tu cuerpo se mantenga saludable. Si no te saltas comidas tu organismo funcionará bien y te verás sana y radiante. Si no comes adecuadamente, tu piel perderá firmeza, tu cabello se volverá más opaco y te sentirás más cansada a lo largo de los días.

Así que olvídate de esos consejos que te prometen bajar de peso si dejas de comer. Cuídate a ti misma y asegúrate de tomar un buen desayuno todos los días y no saltarte ninguna comida. Tu cuerpo y mente te lo agradecerán.