Desayunar fruta fresca, lácteos y cereales integrales te prepara para afrontar tu vida con energía. Inicia con un vaso de jugo natural o agua, haciendo que tu organismo pueda depurar las sustancias que lo afecten, hidratar el estómago y estimular los jugos gástricos para la digestión.

Esta bebida posee además una gran dosis de vitaminas y sales minerales que se localizan en las frutas.

Toma nota sobre el modelo ideal de desayuno:

Una porción de lácteo: yogur, queso fresco o leche.

Dos porciones de cereal integral: pan, granos, etc.

Una porción de fruta fresca: en jugo, compota, mermelada, etc.

Pon en práctica este delicioso y energético desayuno, y gana vitalidad para todo tu día.