Suiza se caracteriza por sus numerosos paisajes de montaña, además de sus valles con formas peculiares. Y entre los más hermosos de éstos últimos se encuentra uno que está encerrado en unas majestuosas e imponentes paredes de roca de hasta 160 metros de altura, a lo largo de 4 kilómetros. El valle llamado Creux du Van.

Este valle es una densa porción de bosque de un kilómetro de ancho, encerrado en unas extrañas murallas de roca, moldeadas por glaciares y por el agua. Los turistas recorren este lugar practicando trekking, y a lo largo del recorrido se encuentran con linces, cabras montesas, entre otros animales autóctonos que disfrutan de su libertad aquí.

Al arribar a las cumbres de estas murallas, es posible disfrutar de las más extraordinarias vistas, en miradores naturales que muestran el verde y natural paisaje.

Fuente: myswitzerland.com