Los templos de Abu Simbel son unos de los atractivos turísticos más llamativos en todo Egipto, llenos de historia, cultura y majestuosidad. Fueron construidos por el poderío del faraón Ramsés II en el antiguo Egipto.

Sin embargo, lo que las personas no saben es que hace 50 años estuvieron a punto de ser sumergidos y probablemente destruidos bajo las aguas del río Nilo tras la construcción de la gran presa de Asuán, sino fuese por las obras que comenzaron a realizarse para salvar a dichos monumentos.

Los templos de más de 3,000 años de antigüedad tuvieron que ser reubicados a doscientos metros de distancia de su posición original y 60 metros más elevados gracias a una campaña de la UNESCO.

Lo que se hizo fue cortar la roca de los templos en más de 1,000 bloques de arriba y abajo y numerarlos para poder colocarlos nuevamente en otra ubicación, como si fuesen un rompecabezas gigantesco.

Ahora, millones de turistas pueden disfrutar de esta gran atracción gracias a la conservación que tuvo, en la que se juntaron arquitectos e ingenieros egipcios y extranjeros hace 50 años, en 1964.

Fuente: abc.es