es un sitio arqueológico considerado el más antiguo de América y también Patrimonio Cultural de la Humanidad. Se encuentra en el valle de Supe, a 182 kilómetros al norte de Lima en .

Debido a su importancia han decidido crear un proyecto científico que tratará de desentrañar los misterios de los hábitos de vida y enfermedades de los antiguos peruanos que habitaron este lugar hace más de 5 000 años.

Se llama “Desarrollo de un laboratorio portátil de ADN antiguo ‘in situ’ para la identificación de genes de susceptibilidad y resistencia microbiana en restos de la Civilización Caral” que desarrolla la Asociación Latinoamericana de Biotecnología (Albiotec).

Esta iniciativa es una de las 190 ganadoras de financiamiento en la convocatoria “Proyectos de Investigación Aplicada y Desarrollo Tecnológico 2018”, realizada por el Concytec (Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica) en convenio con el Banco Mundial (BM), y que beneficia a 190 proyectos de 20 regiones, con un financiamiento total de 57 millones de soles.

Objetivos del proyecto

La avanzada ingeniería mostrada en la milenaria ciudad de Caral ha motivado a la Unión Internacional de Arquitectos a firmar hace cuatro años un documento llamado “La Carta de Caral”, que considera al sitio como un ejemplo de planificación urbana sostenible. De ahí la importancia de conocer más a esta civilización, así como los motivos de su ascenso y desaparición.

Albiotec explicó que la investigación propone estudiar los excrementos fosilizados de los antiguos habitantes de la zona, para conocer más sobre cómo vivían hace cinco milenios. Ello, gracias a la implementación de un laboratorio portátil local, a fin de recolectar y estudiar estas muestras en excavaciones.

Este ADN es difícil de estudiar en la medida en que se trata de uno altamente fragmentado, a causa de su antigüedad, por lo que exige consideraciones especiales, cuidados y protección contra la contaminación.

Con la creación de un laboratorio móvil en la misma zona de Caral, se facilitará la extracción de ADN minimizando la contaminación y riesgo de daño de la muestra.

Estudiaremos los patógenos y sus patrones de resistencia hace 5,000 años. Asimismo, podremos identificar genéticamente el riesgo de enfermedades que padecían los habitantes de Caral”, afirmó Heinner Guio, investigador principal del proyecto.

El proyecto, que recibirá de parte del Concytec un financiamiento de 350,000, se enmarca en una colaboración entre investigadores de la zona de Caral, encabezados por la antropóloga Ruth Shady, el centro de investigación privado Inbiomedic, la ONG Albiotec, la Universidad de Huánuco y el centro The Biocollective con experiencia en el estudio de ADN antiguo.

Con información de Andina