Después de una ruptura amorosa nos encontramos en un momento vulnerable, parecemos perdidos en otra dimensión. Pero puedes verlo por un lado positivo (hay muchos); es decir, la oportunidad de oro para llevar a cabo aquellos viajes que nuestra vida anterior no nos permitía. Viajar es una de las mejores formas de ayudar a recomponerte.

Crearás nuevos recuerdos: Si piensas que todos tus recuerdos especiales están vinculados a tu ex pareja, debes crear urgentemente recuerdos memorables que tengan igual peso. Contemplar un amanecer en la Torre Eiffel, un atardecer en Finesterre o una experiencia de canojate en algún río inmenso serán la mejor solución.

Conocer gente nueva: Es cierto, mientras estás en una relación se pierde el interés por conocer más gente. Un viaje te ayudará a estar en nuevos aires, a conectar con personajes totalmente ajenos a lo que te ha pasado y que no te miren con la misma cara que tus amigos que conocen toda tu historia. Viajar te ayudará a vencer esa contraria hacia las interacciones sociales.

Un viaje te permite ser otra persona: Algunos viajeros lo denominan “fresh start”. Olvídate de lo que te han dicho que eras, o de lo que tú creías que eras luego de cambiar de escenario temporalmente. El universo se podría estar perdiendo a tu “yo original”, por culpa del sedentarismo.

Un viaje te ayudará a alejarte del “peligro”: No se trata de huir, se trata de permanecer en lugares hermosos sin tener que escuchar a tus amigos diciendo chismes o diretes acerca de tu ex pareja.

Completa tu aventura: Encuéntrate a ti mismo, aquel lugar al que no podías viajar porque no tenías tiempo y porque a tu pareja no le gustaba (y optaban, sin problemas, a elegir otro) ahora está disponible para ti.

Fuente: diariodelviajero.com