En la hermosa Riviera Maya, a tres kilómetros del Chichén Itzá, península de Yucatán, se ubica una de la piscina natural de México conocida como el Cenote Ik-Kil, un verdadero paraíso que todo turista debe visitar.

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Su nombre se traduce como el Azul Sagrado por el color de sus aguas. Cuando uno ingresa al lugar durante el día puede observar diversas aves silvestres, entre tucanes y loros.

Asímismo, por las noches en el Cenote Ik Kil se pueden escuchar diversos sonidos de las ranas, grillos y monos, ya que en el lugar se pueden encontrar diversa cantidad de flores y árboles gigantes.

Este impresionante agujero natural, perfectamente redondo, tiene un diámetro de 60 metros y una profundidad de 40. Para poder ingresar al lugar debes tomar la precaución del cobro de entrada.

Bonita alternativa frente a otros lugares sagrados que ha dejado las antiguas civilizaciones.