Hace 10 años, un 7 de julio de 2007, Perú se encontraba de fiesta. Machu Picchu, uno de los lugares más visitados del país por turistas peruanos y extranjeros, se convertía en una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo Moderno.
Es así que Machu Picchu era elegida junto a la Muralla China, el Taj Mahal de la India, la ciudad de Petra en Jordania, el Coliseo Romano de Italia, el Cristo Redentor de Río de Janeiro y la ciudad maya de Chichén Itzá de México.
Este evento se realizó impulsado por el suizo Bernard Weber, quien buscaba completar la lista de las Siete Maravillas de la Antigüedad, en la que se encontraban los jardines colgantes de Babilonia, el templo de Artemisa en Efeso, el mausoleo de Halicarnaso, el coloso de Rodas, el faro de Alejandría, la estatua de Zeus en Olimpia y la pirámide Gizeh de Egipto.
De las Siete Maravillas de la Antigüedad solamente sigue en pie la Gran Pirámide de Guiza en Egipto, por lo que fue declarada por los organizadores fuera de concurso y se le otorgó el título de maravilla honorífica del mundo.
Cabe destacar que otro de los lugares peruanos que participó en el concurso fueron las Líneas de Nazca, las cuales no ganaron, pero siguen siendo tan populares como la ciudadela inca.