Durante esta semana, se ha descubierto un mural precolombino en el Valle de Virú (región ) que data de hace unos 3 mil 200 años de antigüedad, el cual es otro vestigio del rico pasado histórico con que nuestro país cuenta.

De momento, se ha determinado que este mural perteneció a una huaca de la cultura Cupisnique, la cual fue destruida por la actividad de unas personas que buscaban ampliar sus campos de cultivos, logrando afectar más del 60 por ciento de este recinto histórico.

	Los murales fueron lo único que quedó tras la destrucción a causa de la actividad humana. (Foto: EFE)
Los murales fueron lo único que quedó tras la destrucción a causa de la actividad humana. (Foto: EFE)

Tomadas las acciones pertinentes, los trabajos de preservación, conservación y estudio de los murales ya se han realizado, tras lo cual se ha logrado descifrar la simbología detrás de estos grabados.

En ese sentido, el arqueólogo Régulo Franco detalló que son muy similares a los pertenecientes a la cultura Cupisnique pues han sido “descubiertos en otros soportes en diferentes sitios de la costa norte de Perú”.

Franco detalló que son “imágenes de seres sobrenaturales vinculados con la fertilidad, con la fecundidad, con el agua, con las lluvias”, que siempre ha sido “un elemento vital para todas las sociedades de todos los tiempos”.

El arqueólogo remarcó que en la época de ocupación Cupisnique, el valle de Virú “estaba muy poblado, porque no solamente se trata de este templete descubierto, sino de otras estructuras también importantes que están en las dos márgenes del río Carabamba, en sitios muy importantes que falta investigar en el futuro”.

Ahora, con la presencia del Ministerio de Cultura, se buscará proteger las pinturas murales para evitar una mayor destrucción o el ingreso de vándalos o “huaqueros” (saqueadores), con la expectativa de “en un futuro muy cercano, quizá terminada la pandemia” se pueda iniciar un trabajo especializado en el lugar.