Si estás en búsqueda de extraños lugares turísticos, entre el sol y la arena, lo mejor que puedes hacer es visitar a la hermosa playa de Koekohe, en Nueva Zelanda, y conocer los extraños “huevos de dragones” esparcidos por toda la arena.

Aunque se les dice huevos de dragones, el nombre original es Moeraki Boulders. Se trata de grandes óvalos creados a partir de sedimentos marítimos, y su forma redonda se debe a la erosión del oleaje, entre la fuerza del agua y el viento con el pasar de los siglos.

Muchos estudios realizados señalan que pueden llegar a tener al menos 56 millones de años. Así, con casi 3 metros de diámetro, muchos de ellos tienen grietas que fueron cubiertas con cuarzo, creando lo que a simple vista parece ser escamas de reptil.

Pero las tribus cercanas tienen su propia versión de estas obras de la naturaleza: aseguran que son los huevos caídos de los canastos de anguilas que portaba una canoa ancestral.

Fuente: abc.es