Uno de los más grandes atractivos, además de ser uno de los más protegidos en toda Irlanda, es el parque Nacional de Burren. Allí, convive la más extensa biodiversidad junto con los hermosos paisajes.

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La palabra Burren tiene origen gaélico en “Boeíreann” que significa “lugar rocoso”. Y justo esa es su peculiaridad, la existencia de la flora y fauna en un lugar totalmente pedregoso, como un paraíso de piedras de la naturaleza.

Ubicado exactamente en el Condado de Clare, se expande por aproximadamente 250 kilómetros cuadrados. Los turistas visitan al Parque Nacional de Burren en los meses de verano de Irlanda, siendo ésta la mejor época, ya que florece la mayor parte de la flora existente y brindando un grato espectáculo natural a los viajeros.

Allí no existen senderos para caminar. Y el clima, aunque sea verano, es cambiante. Los visitantes deben llevar siempre ropa especial para la lluvia y el gran frío que se puede presentar.

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