La Catedral Metropolitana Nossa Senhora Aparecida, más conocida como la Catedral de Brasilia (Brasil) fue realizada bajo la dirección del arquitecto Oscar Niemeyer. La primera piedra se puso un 12 de septiembre de 1958 y no se llegó a concluir hasta 1970.

La Catedral de Santa María, en Sekiguchi, es la sede de la Archidiócesis católica de Tokio. Asentada sobre un edificio de madera de 1899 que ardió durante la Segunda Guerra Mundial, la moderna iglesia es fruto de distintas reconstrucciones.

En las montañas del Jura (Francia) cerca de la frontera franco suiza se levanta la capilla de culto católico de Notre Dame du Haut en Ronchamp construida entre 1950 y 1955 por el arquitecto francosuizo Le Corbusier. La importancia del entorno fue fundamental para este prestigioso arquitecto que planteó un diseño de paredes curvadas que se fusionara con las líneas de la propia naturaleza.

En la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón se inauguró en 1997 la Iglesia de Santa María de Caná, conocida como la catedral de Pozuelo. El arquitecto Fernando Higueras trató de hacer un templo, construido en ladrillo, que según sus propias palabras tuviera “algo de antiguo, intemporal e insustituible, capaz de envejecer con el paso del tiempo dignamente y con el mínimo deterioro”.

La Iglesia Católica Griega de San José, localizada en Chicago, se caracteriza por ser una moderna construcción con trece cúpulas doradas que simbolizan a los apóstoles junto. Una cúpula central de gran tamaño representa a Jesucristo.

El Santuario de Santa Paulina de Brasil, inaugurado en el año 2006, responde a un modelo arquitectónico donde las líneas ascendentes de la cubierta, completamente modulada cada 7,5 metros, inspiran una búsqueda de la espiritualidad y la meditación.

Fuente: ABC