Probablemente nunca pasarías por esta calle si no fueras buscando este lugar. Incluso buscándolo, es difícil de encontrar. Cortlandt Alley es, como dice su nombre en inglés, un callejón, en mitad del ruidoso Chinatown, sucio como corresponde a la zona, pero sorprendentemente tranquilo.

El museo tiene menos de seis metros cuadrados, en el espacio que antes ocupaba un ascensor, sus tres fundadores, Benny y Josh Safdie y Alex Kalman, han metido este ‘Museum’, una exposición con más de un centenar de objetos que celebran la belleza de lo absurdo.

Fundado en 2012, la colección de Museum está formada por objetos donados o comprados que responden a tres reglas.

1. Nada de lo expuesto es arte.

2. Lo eligen, principalmente, por razones sentimentales.

3. Nada es vintage.

“La vida existe a nuestro alrededor y la prueba de nuestra existencia es la belleza y el absurdo. Nuestra huella, que a menudo es ignorada, descartada o subestimada, es fascinante y siempre merece la pena explorarla”. Con este lema te reciben en Museum.

Abre sólo los sábados y domingos de 12 de la mañana a 6 de la tarde. Si pasas en cualquier otro momento, lo podrás ver desde las ventanas que han abierto en las puertas. La entrada es gratis, aunque piden donativos para poder mantenerlo. Dáselos: un lugar así tiene que conservarse como contrapunto absurdo, divertido y bonito al Metropolitan o el MoMA.

Fuente: Traveler