Las calles lucieron decoradas con coloridos arcos llenos de frutas que simbolizan el anhelo de una buena cosecha.

“Estas frutas, al culminar el recorrido procesional, son repartidas entre los devotos y los danzantes conocidos como diablos que acompañan a San Isidro”, indicó una fuente de la municipalidad distrital.

Tras finalizar la procesión los asistentes degustaron platos típicos como el cabrito mochero y la famosa sopa teóloga elaborada con gallina, queso, leche, pan y huacatay.

Las actividades centrales en honor a San Isidro Labrador se iniciaron el lunes en la ciudad de Moche, luego del recorrido de la imagen por las campiñas de la jurisdicción, donde los agricultores la recibieron con altares y arcos de fruta en señal de ofrenda.

Fuente: Agencia Andina