Desde 1959 Cuba parecía un museo vivo del automóvil. Una ley prohibía la libre importación de vehículos y los que llegaban de países ‘amigos’ eran pocos, lo que terminó por crear una estampa vintage, fotografiada con fervor por los turistas. Los vehículos en circulación eran en un buen número coches estadounidenses de los años 40 ó 50, o de fabricación rusa.

Desde el pasado día 3, sin embargo, cualquier cubano (con mucho dinero, eso sí) puede acceder a un turismo nuevo sin permiso alguno. La liberalización del mercado del automóvil abre el camino a un paisaje diferente en las calles, con coches nuevos en lugar de Cadillac, Buick, Chevrolet, Plymouths y hasta Studebakers, arreglados y mantenidos a duras penas en funcionamiento, con depósitos de combustible de plástico o cualquier otro remiendo inverosímil.

Según el diario oficial Granma, se liberaliza la importación y venta de motos, autos, furgonetas de carga, camionetas y minibuses, nuevos y de segunda mano, para cubanos y extranjeros residentes en la isla. Cuba no tiene fábricas de automóviles por lo que todos los vehículos son importados.

En realidad, no parece que el proceso de renovación vaya a ser rápido, al menos en esta primera fase de poca oferta y a precios imposibles para los cubanos. Un ejemplo: 262.185.00 pesos convertibles (CUC) por un Peugeot Modelo 508-2013; 60.000 CUC por un Hyundai Sonata 2009 y 69.195 CUC por un jeep Suzuki Jimny 2008. De lo más barato, un Polo de 2007, por 25.000 CUC: El CUC equivale al dólar según las tasas de cambio del Banco Central de Cuba, aunque los cubanos continúan cobrando sus salarios en pesos (CUP), con un salario promedio mensual de menos de 500 CUP (unos 20 dólares).

Para los cubanos, tener un automóvil (de los nuevos o de los antiguos) representa un lujo: Un coche ruso de los años 80, Lada o Moskovich, puede costar entre 3.000 y 12.000 dólares. Un almendrón (así se llama en la isla a los coches clásicos de los 50) de los que sirven de taxi también cuesta unos 12.000 dólares, pero los descapotables y muy bien conservados Chevrolet, Cadillac o Chrysler llegan a venderse por 80.000 dólares.

Fuente: ABC