Es cierto que cuando viajamos a una ciudad totalmente nueva para nosotros, andamos algo desorientados. A algunos incluso les gusta parecer extranjeros frente a todos. Sin embargo, el mundo es un lugar algo inseguro como para darnos el lujo de parecer perdidos, sobre todo porque este es el detalle que algunos amigos de lo ajeno o estafadores ven antes de actuar.

1. Actúa con normalidad. No uses vestimenta compleja, anda con ropa cómoda y acude a sitios turísticos con total tranquilidad. Todos sabemos cómo es el típico turista. Evita el estereotipo de la clásica gorra, cámara de fotos colgada al pecho y la mochila en el hombro. Si puedes, vístete de manera semejante a los ciudadanos de la ciudad en la que estés.

2. Antes de partir al destino, infórmate sobre todo lo que puedas acerca de la ciudad o lugar. Entérate de su cultura, geografía, historia, leyes, atractivos turísticos. Así, no andarás tan desorientado como lo es usual.

3. El problema principal es que no hablamos el idioma de la ciudad. Es importante que por lo menos aprendas las expresiones más importantes y usadas en situaciones típicas. Por ejemplo: ¿Cuánto cuesta?, ¿dónde está el baño? gracias, buenos días, etc.

4. Intenta vivir con los nativos del país, teniendo en cuenta, claro, que el lugar donde te alojes pertenezca a alguien que conozcas bien. La experiencia será inolvidable porque conocerás hábitos, costumbres y lugares que otros turistas no sabrán jamás.

5. Evita preguntar a cada rato dónde queda cada lugar. Consulta un mapa, físico o virtual, pero infórmate antes de salir. Sobre todo si sales a lugar no tan concurridos.

Fuente: diariodelviajero.com

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