Cuando visitamos una ciudad, debemos estar conscientes que esa ciudad es el hogar de miles de personas desde que nacieron, no solo nuestro destino pasajero. Cuando visitamos una maravilla natural, seamos conscientes de que generaciones de comunidades locales han sabido de ella desde hace milenios ya.

No nos quedemos solo como unos turistas andantes y pasajeros; sino, disfrutemos realmente el viaje como todos unos aventureros que saben que el lugar adonde van es mucho más que una simple página en una revista turística.

1. Respeta la cultura: Tú no debes imponer tu cultura, debes adaptarte y respetar las que encuentres. Investiga un poco sobre las costumbres y tradiciones del lugar que visitas.

2. Aprende palabras clave: Un “hola”, “por favor” o “gracias” en el idioma del lugar hará la diferencia y te ganarás respeto y cariño.

3. Conoce gente local: Esto es clave para entender cómo es realmente el destino que estás visitando, lo que hará que disfrutes mucho más tu viaje.

4. Prueba la comida: Muchas personas, por miedo a experimentar, se privan de los nuevos sabores. La comida local se grabará en tu memoria tanto como la imagen de un paisaje de ensueño.

5. Respira: Un turista común va visitando cada lugar con su cámara fotográfica, pensando siempre en cuál foto será la que publique en Facebook. Un verdadero viajero visita menos sitios pero se deja llevar por las experiencias. Respira y vive cada momento con toda la intensidad solo para ti.

Fuente: traveler.es