El Valle de Jiuzhaigou, en China, es un lugar que ofrece maravillas, paisajes de ensueño y naturaleza que parece ser sacada de un cuento de hadas; pero existe una atracción en particular, la más bella de todas, la Catarata de La Perla.

Producto de la firmeza de la caída y la claridad del agua limpia, esta cascada es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y para los que quieran tener una experiencia de otro planeta, lejos del estrés de la vida rutinaria y citadina.

Este lugar incluye, además, cientos de colores y diversas especies de plantas. Alrededor de la cascada también es posible divisar lagunas y elevaciones de rocas de origen kárstico. Este sitio está reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es poco accesible, pero vale la pena hacer el esfuerzo para visitarlo.

Fuente: traveler.es