Están entre los espectáculos naturales más bellos de Estados Unidos. Se trata de las Cascadas Shoshone o “Shoshone Falls”, unas cascadas formadas por el desnivel que debe bordear el río Snake, en el Estado de Idaho.

Son las más caudalosas y vistosas del oeste americano, también llamadas por muchos “Las Niágaras del Oeste”. Sus caídas de agua bajan desde los 64,7 metros de altura, superando por 10 a las famosas Cataratas del Niágara. Además, dichas caídas se prolongan sobre un borde de unos 300 metros de largo.

La primavera es la mejor época para visitarlas, pues es cuando lucen su máximo esplendor gracias al derretimiento de la nieve en las fuentes del río (a 2,700 metros sobre el nivel del mar) en el Parque Nacional de Yellowstone. El nombre de las cascadas proviene de un grupo de tribus que habitaba en la región oeste de Idaho, desciende de ellos la posteriormente célebre tribu de los comanches.