Debido a su altitud, el aire extremadamente seco, la falta de nubes y la falta de contaminación lumínica, el desierto de* Atacama*, en Chile, es uno de los mejores lugares del planeta para observar un cielo despejado y realizar observaciones astronómicas.

“Tocas las estrellas con las manos” es probablemente la frase de recuerdo que se llevan los viajeros al visitar Atacama y pasar la noche allí. Claro, preparados adecuadamente para el frío clima nocturno.

Además, la extrema aridez de este desierto permite la preservación de restos arqueológicos de la gente que antiguamente vivió allí, de la cultura Atacameña. Existen petroglifos, geoglifos y pictografías.

Atacama es considerado el desierto más árido y seco del mundo y, como mencionamos, hay que estar preparados ante la temperatura, puesto que puede pasar de extremadamente sofocante durante el día hasta descender a menos grados bajo 0 durante la noche.