Esta cueva, que al igual que la gruta de Guagapo aún no tiene final definido, alberga una de las más importantes poblaciones de guácharos, aves consideradas fósiles vivientes por su antigüedad y su proceso de extinción. Es, además, el punto de atracción más importante del Parque Nacional Tingo María.

Esta gruta, ubicada en las faldas de la cordillera “La Bella Durmiente”, es la atracción principal del Parque Nacional Tingo María. Su material natural es la piedra caliza y sus formaciones pétreas son las estalactitas y estalagmitas; sobre su salida o final aún no se pueden hacer cálculos, sólo se ha explorado 400 metros de su interior.