Tacna no es solo el lugar predilecto para conseguir productos y vehículos a precios cómodos, sino que también alberga un símbolo de la identidad peruana en su milenaria sierra pocas veces conocida por sus visitantes.

Pocos saben que en las cuevas de Toquepala se encontraron uno de los vestigios de pintura rupestre más antiguos del Perú, con 10 mil años de antigüedad. Pero en los últimos años, los petroglifos de Miculla han despertado la curiosidad de los turistas.

El Complejo Arqueológico de Miculla está ubicado a 20 minutos de la ciudad de Tacna, entre los kilómetros 20 y 26 de la carretera Tacna-Palca rumbo a Collpa y La Paz, a 1,300 metros promedio sobre el nivel del mar.

Las rocas, todas talladas por raspado o martillado, tienen representaciones naturalistas, mágico-religiosas, y de la vida cotidiana. El ser humano es el principal elemento, aparece cazando animales, sosteniendo báculos, adornado con tocados, danzando, ejecutando instrumentos musicales y casi siempre aparece de perfil.

También destacan las escenas de animales entre los que se pueden reconocer venados, guanacos, vicuñas, felinos, zorros, aves con las alas extendidas, serpientes y lagartijas.

Los arqueólogos creen que los petroglifos representan una suerte de indicadores de rutas comerciales desarrolladas por los vendedores que se dirigían a Puno a través de la ruta Inca de Palca. Otros le otorgan a los petroglifos un carácter eminentemente ceremonial y ritual.

Fuente: Wikipedia y Deperu.com