La danza las tijeras es un ancestral baile originario de la zona de , una región ubicada sobre la vertiente oriental de la cordillera de los Andes y situada a una altitud de 2.746 metros sobre el nivel del mar.

Debido a su antigüedad y valor simbólico, en el año 2010, la danza de las tijeras fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Según los cronistas, los danzantes de tijeras descienden de los tusuq laykas, unos curanderos que durante la época colonial se refugiaron en las alturas, debido a su constante persecución.

Es durante esta etapa cuando empiezan a hacerse conocidos como los hijos del diablo, o supaypa wawan en quechua. Posteriormente, los colonizadores aceptaron que estos danzantes se reintegraran nuevamente a la ciudad, con la condición de que bailen únicamente para Dios.

Actualmente, la se caracteriza por ser una manifestación artística, llena de historia y tradición, que logra combinar a la perfección costumbres, bailes y destrezas del hombre andino.

A diferencia de otros bailes, para desarrollar la danza de las tijeras los coreógrafos deben realizar complicadas acrobacias, como caminar sobre el fuego, mientras bailan al compás del arpa o el violín.

La Fiesta de Yaku Raymi, celebrada del 20 al 26 de agosto, es una de las fechas importantes en Ayacucho, en donde se puede disfrutar de esta ancestral , con las más impresionantes escenificaciones.

Huancavelica, por su parte, también se hace presente cada 27 de diciembre con el Día de la danza de las tijeras, fecha en la que se hacen demostraciones de creatividad, habilidad y agilidad en cada presentación.