El Complejo Arqueológico de Qenqo, aproximadamente a 5 kilómetros al norte de la ciudad del Cusco, es un sitio muy especial en la cosmovisión andina. Una huaca usada por los antiguos peruanos para comunicarse con los dioses, cargada de intensa energía.

El Complejo de Qengo presenta dos lugares, el primero de una extensión mayor, al pie del camino que va desde Sacsayhuamán hasta Písac. El segundo, a 350 metros al oeste del anterior.

Actualmente no se tiene conocimiento del nombre original de este lugar, pero a la llegada de los españoles, éstos lo llamaron con la palabra quechua Qengo, que significa laberinto. Fue nombrado así debido a que en su construcción presenta pequeños canales hechos de roca y en forma de zigzag.

En la parte exterior se ubica un anfiteatro en forma semicircular, con un monolito que figura ser un puma de aproximadamente seis metros.