El apacible pueblo de Huayán, ubicado en la provincia de Huarmey, región Áncash, vive desde este lunes momentos de algarabía intensos al iniciarse las celebraciones de su tradicional festividad por el nacimiento del Niño Dios. Una fiesta única que destaca por su música, danza y coreografía.
La atracción de esta festividad es la Danza de Los Negritos de Huayán, reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación en el 2009. Una representación andina que evoca, a través de la danza, a los pobladores de origen africano que vivieron en la zona.
Los negritos, como en otras zonas de los Andes peruanos, son en esta época los personajes portadores de la buena nueva de la llegada del Niño Dios o Niño Manuelito y con su sacrificado bailar rememoran las virtudes básicas del cristianismo.
El ambiente festivo se vive ya en Huayán. Las panaderías locales preparan panecillos dulces, rosquillas y biscochuelos siguiendo la tradición. Mientras su plaza y calles principales son decoradas con bellos adornos, empiezan a llegar los visitantes.
Todo empieza en la noche, cuando encabezados por las cuadrillas de danzarines de Los Negritos empieza el Rompe, llamado así porque Los Negritos rompen el silencio de la noche, como anunciando lo que pronto empezará: una fiesta llena de color y emoción.
Festividad
El 24 se sirve ponche y caldo de cabeza como desayuno. Todos reciben sus alimentos que ofrecen los procuradores, los encargados de organizan la fiesta. Ellos también ofrecen el almuerzo típico.
Luego empieza la fiesta. Huayán se divide en 2: el barrio de arriba y el barrio de abajo. Cada zona forma su propio grupo de baile de Los Negritos y se enfrentan mostrando sus mejores números artísticos y bailan incansables al ritmo de las orquestas musicales.
El 25 las danzas de Los Negritos concurren en el campo deportivo para retarse y competir. Cada danzante lleva una máscara de negrito y visten sus mejores ternos que son adornadas por dos bandas que se cruzan y están revestidas de monedas de plata.
El 26 continúa la fiesta. Esta vez los Procuradores reciben la atención de los pobladores. A ellos les regalan productos diversos hasta cerdo o pequeños terneros que luego se emplean para preparar más comida.
Entre el 27 y el 30 se elige a los Procuradores, a los nuevos encargados de organizar la fiesta del Niño Manuelito el próximo año y que tendrán que asumir el reto de mejorar la versión anterior. Una fiesta llena de tradición. Disfrútela.
Fuente: Andina