El , ubicado entre los distritos del Rímac y San Juan de Lurigancho, permite la vista privilegiada de Lima, la contradicción del caos y la belleza en un mismo paisaje. Su nombre data de 1535 y fue bautizado por Francisco Pizarro.

Es, además, el punto de peregrinaje de los fieles durante la Semana Santa, el sitio de encuentro con la fe y la cultura. Tradición que se mantiene desde hace décadas y que ahora mostramos cómo se vivía en la década del 60.

En el Cerro San Cristóbal en la actualidad se observa la cruz monumental, debajo un museo con fotografías de Lima antigua, hay vendedores y se ha convertido en un lugar de fuerte turismo… y aunque con los años este lugar ha ido cambiando, la fe y religiosidad aún se mantienen.