El sábado 23 de marzo de 2002, en medio de fuertes medidas de seguridad, el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegó a Lima en una visita oficial, la primera que hizo un mandatario estadounidense en la historia del Perú.

Aquella ilustre visita ocurrió durante el gobierno del expresidente Alejandro Toledo, quien tenía una buena relación de amistad con George W. Bush, al que conocía desde hace varios años.

La estadía del presidente estadounidense en Lima solo duró 17 horas, aunque el valor de su llegada al país fue destacado tanto por la prensa peruana como extranjera. Lo que más llamó la atención fue el gran operativo de seguridad desplegado por las autoridades peruanas por aire, mar y tierra.

En esa oportunidad, el Ministerio del Interior ordenó cerrar el espacio aéreo peruano para que no se efectúe ningún tipo de vuelo durante la presencia de George W. Bush en el país. De igual modo, los accesos al Centro Histórico de Lima fueron restringidos y solo se podía entrar mostrando un pase especial.

Sobre la visita del gobernante norteamericano, Alejandro Toledo dijo en esa ocasión que se trató de un encuentro “de socios preferenciales de Latinoamérica”.

La visita de George W. Bush culminó con un discurso conjunto ofrecido por ambos mandatarios en el Palacio de Gobierno.