Un hombre recibió un merecido castigo luego de prender en fuego a una sinagoga ubicada en una comunidad británica. El del preciso momento quedó registrado por cámaras de seguridad y luego fue publicado en por RT.

Tristan Morgan, de 52 años, utilizó combustible para incendiar un establecimiento religioso en la ciudad Exeter. El hombre se aproximó por la parte posterior y, a través de una ventana, echó el líquido inflamable por el lugar.

Luego de unos segundos, sacó lo que parece ser una cajetilla de fósforos y con ellas pretendió encender la sustancia.

Sin embargo, el nunca esperó recibir una lección tan rápida luego de su crimen. Como se puede observar en el de , cuando el establecimiento explotó, una gran llamarada de fuego salió por la ventana y alcanzó a Morgan.

El fuego impactó su cara y pecho por unos segundos, pero finalmente pudo escapar de las llamas. A pesar que el hecho sucedió el año pasado, no fue hasta hace pocos días que el criminal fue declarado culpable por un tribunal de justicia británico.