, la ilusión que sorprendería al mundo entero a través de , pero para lamento de este ciudadano chino sus planes se vinieron abajo y, peor aún, se reveló el secreto de su paupérrimo truco.

Misterioso comenzó como se suelen empezar los trucos de magia. “Nada por aquí, nada por allá”, decía al tiempo que mostraba ambos lados de una capa para aumentar el suspenso. Sin embargo, existe un pequeño detalle, casi imperceptible, que tuvo como desenlace el errático truco de este novel mago.

Un pequeño niño, que al principio solo parecer querer robar un poco de pantalla fue determinante para que este truco fracase estrepitosamente: cerró la puerta por donde el mago pensaba escapar mientras distraía a su audiencia con la capa que lanzó por los aires.

Si este mago novato pretendía con su truco de magia (quizá emprender una profesión como ilusionista), no lo logró del todo porque, a decir verdad, el ridículo momento en que se golpea la cabeza contra la puerta es comentado, burlado y compartido en distintas partes del mundo.

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