Esta singular historia, que tiene a como escenario y la protagoniza una joven noruega que buscaba conocer a su padre biológico, tiene un preámbulo nos remonta 25 años hacia atrás. Era 1989 y una bella muchacha llamada Katherine conoció en Oslo a Noreddine, un marroquí de aproximadamente 25 años que pasaba sus vacaciones en . El flechazo se dio en un tren rumbo a Trondheim. La conversación, las risas, las miradas y los besos les aseguraban que esa historia no acabaría ahí, a pesar de que se despidieron al llegar a su destino.

A los pocos días, Katherine y Noreddine se volverían a encontrar otra vez en Oslo, tras el apasionado reencuentro, ella invitó al marroquí a que se quedara en su apartamento. Ahí convivieron durante un corto periodo, mientras duró el amor, como esos amores de verano de las películas, que se terminan pero que dan pie a otra historia. Y así fue, una historia que 25 años después se hizo conocida gracias a Facebook.

Cuando Noreddine se marchó de Noruega, ni él ni Katherine sabían que ella estaba embarazada. Perdieron todo contacto. Así llegó al mundo , una bella niña que creció con esa pregunta con la que varios también crecen: “¿Y mi papá?”. Esa pregunta se la hizo una y mil veces a su madre, quien le contó la historia de aquel amor pasajero que le dejó la alegría más grande de su vida, su hija. Pero Therese no se quiso quedarse solo con eso, así que se decidió a buscar a su padre biológico, y usaría a Facebook como su ayuda.



Pero no iba a ser tan fácil, Therese solo sabía que su padre se llamaba Noreddine – y no sabía en realidad cómo se escribía -, que en 1989 podía tener 25 años y… nada más, ni siquiera estaba segura de que si estaría vivo. Pero con esos datos se puso a buscar en Facebook desde el 1 de enero de este 2016. Así conoce a Mehdi Mehdioui, un marroquí que se enteró del caso por un amigo y que decidió ayudarla.

La búsqueda los llevó hasta Canadá, en donde un sujeto llegó a conocer a un tal Noreddine con el que trabajó en Noruega en aquellos años. Él también era marroquí. Efectivamente los pocos datos calzaron y se trataba del mismo Noreddine, pero su ubicación no la conocía con certeza, pero el hombre dijo que había visto al hermano de este – o sea al tío paterno de Therese – en una visita a Rabat, Marruecos en 2013. Le dio su nombre y ella inmediatamente lo contactó por Facebook.

Hablando con su tío, ella se enteró de que su padre se llamaba Noreddine Boulamfa, que ahora vivía en Tunez y estaba casado. La joven pactó inmediatamente un encuentro vía Skype, por fin pudo ver a su padre cara a cara, quién también se encontraba sorprendido de la existencia de Therese y de su singular travesía en Facebook por encontrarlo. “Desde Noruega hasta Canadá, desde Marruecos hasta Túnez y al resto del mundo: Therese se puso a llorar y temblar, pero loca de contenta. Pudo hablar con su padre y ahora se siente como un angelito”, manifestó Mehdi Mehdioui a .

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